En mi vida he tenido muchos amores imposibles, amores que el tiempo logró desvanecer por completo o quizás el cansancio de estar allí, allí, allí y no tener ningún resultado. Pero después de todos esos sinsabores e inciertos me pregunto: ¿si mis amores imposibles se hubieran hecho posibles, cual habría sido mi próxima meta?, ¿cual habría sido mi siguiente motivación amorosa? y es en este sentido que considero que los amores imposibles si tienen lógica de ser, pues porque nos permite soñar, volar, imaginar, fantasear, son una vasta fuente de inspiración para todos los niveles artísticos, sino:
¿Dónde estarían los "20 poemas de amor y una canción desesperada" de Pablo Neruda?
¿Dónde estaría el famoso primer vals "Amelia" de Felipe Pinglo?
¿Dónde estaría aquel poema hecho canción "Cardo o Ceniza" de nuestra recordada Chabuca Granda?
¿Dónde estaría aquella canción de efecto balsámico como "Ojalá" de Silvio Rodríguez?
¿Que sería de la mujer con cristales de mar que viaja dentro de Silvio coloreando su sangre y borrando el carbón, tapando su buen corazón?
Me aventuro en afirmar que sin Amores Imposibles gran parte de las expresiones artísticas no existirían, expresiones que nacen de nuestros corazones, fluyen por nuestras venas y se plasman en versos, notas musicales u óleos que nos hacen recordar una vez mas que esos amores serán por siempre imposibles e inalcanzables.
O simplemente como diría el buen Ismael Serrano:
Miran al cielo y piden un deseo:
contigo la noche más bella.
Amores imposibles
que escriben en canciones
el trazo de una estrella.
Cartas que nunca se envían.
Botellas que brillan
en el mar del olvido.
Nunca dejes de buscarme
la excusa más cobarde
es culpar al destino.
